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Perteneció esta iglesia al convento de Frailes Mínimos de la Victoria, fundado sobre la ermita de Santa Catalina por el Conde de Ureña y Duque de Osuna, D. Juan Tellez Girón en 1555 (1), cambiando la advocación por la de Santa María de la Victoria.

Muchos y diversos son los motivos que han inducido a los hombres a viajar y a expresar por escrito o mediante imágenes sus imprecisiones de los lugares por donde han ido pasando. Para el profesor Sánchez Cantón son tres las causas que mueven a viajar, la necesidad que prefiere al de turista (1). A algunos de los viajadores que pasaron por Ronda a lo largo de su historia me voy a referir dentro de unos momentos.

Claude Nicolas Ledoux (1736-1806) fue un arquitecto que trabajó con gran éxito para la aristocracia francesa en los años anteriores a la Revolución.

En una reciente e importante publicación sobre platería española y virreinal americana (1), se reproduce una interesante pieza malagueña que los autores del trabajo identifican con una pila de agua bendita. Esta función que ciertamente cumple en la actualidad, no se corresponde a nuestro juicio con la que tuvo en su origen. En realidad se trata, según el análisis tipológico e iconográfico que hacemos a continuación, de una placa de mayordomía (2), perteneciente al antiguo ajuar procesional de la Hermandad de Azotes y Columna de la iglesia parroquial de San Juan de nuestra ciudad.

Como se mostraba en el artículo anterior (1), el período (1783-84) que coincide, en cuatro etapas diferentes, con el de la realización por encargo del Retrato oficial del Conde de Floridablanca (Lám I), encargo que vendría malhadado desde un primer momento, fue un período crítico en la carrera y aspiraciones profesionales de Goya.

Examinar el papel de la Historia del Arte en el conjunto de las ciencias sociales resulta hoy mucho más problemático que hace unos años. Pero también más estimulante.

Como es de todos conocido la instauración del liberalismo y el proceso desamortizador, había privado al clero de numerosos recursos, incluidos numerosos inmuebles, que sucumbieron a los sucesivos periodos de gobiernos revolucionarios o exaltados, a lo largo del siglo XIX (1).

La necesidad de introducir la Historia del Arte en la Escuela viene de lejos. Muchas de las justificaciones que se daban por ejemplo a principios de siglo siguen aún estando vigentes.