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Desde antiguo se ha considerado a la obra gráfica como un arte de segunda clase, lo que deriva de dos causas fundamentales: a) Su vínculo a la ilustración de libros y a la reproducción, ya sea de pinturas, paisajes y monumentos o sucesos; atadura rota por los medios fotomecánicos a fines del S.XIX (1), no obstante la pervivencia de una faceta reproductora hasta nuestros días, que se limita al ámbito de las fábricas de Moneda y Timbre.

El siglo XVIII es una época dorada para el urbanismo español. Depués del estancamiento y hasta retroceso habido en el siglo XVII, salvo en contados y privilegiados casos excepcionales, llegamos a una etapa definida por el avance en las cuestiones urbanísticas.

Aún siendo autor de uno de los conjuntos pictóricos de mayor resonancia artística en el barroco andaluz del 2º tercio del siglo XVII: la decoración al fresco de la iglesia del Santo Cristo de la Salud de Málaga (antiguo templo conventual de la orden de los jesuitas), la figura de Andrés (o Alonso) Cortés es la de "un artista totalmente ignorado, al que tan sólo esta obra maestra lo acreditaría entre los más geniales de su tiempo" (1).

Estudios sobre la fotografía, corrientes de investigación. Este artículo parte de una reciente obra publicada en Toledo sobre uno de los primeros fotógrafos establecidos en dicha ciudad allá a mediados del siglo XIX. El libro en cuestión se titula Toledo en la fotografía de Alguacil, 1832-1914 (1) y viene a ser una de las todavía escasas monografías realizadas en nuestro país sobre los pioneros de la gotografía, tema aún por estudiar, tanto en su dimensión geográfica como temporal.

La apertura política realizadas tras el absolutismo monárquico de Fernando VIII ofrece a los liberales una situación legal y favorecida dentro del espectro ideológico.

De un tiempo a esta parte los estudios sobre la platería antigua española están conociendo un notrable incremento, y a los trabajos, ya clásicos de Divallier (1), Ramírez de Arellano (2) o Sentenach (3), hay que añadir los de Omán (4) y Hernández Pareda (5). Todos ellos se han visto enriquecidos, en los últimos tiempos, por las nuevas y valiosas aportaciones de un nutrido grupo de investigadores, gracias a las cuales se han podido aclarar muchos aspectos oscuros de la historia y  de la evolución de la platería en las diversas provincias españolas.

El convento de Santa Clara se fundó en la ciudad de Málaga por deseo expreso de los Reyes Católicos, que así lo ordenaros al primer Obispo de Málaga D. Pedro de Toledo y al Comendador Mayor de León, para que hicieran las capitulaciones y señalasen las rentas para su fábrica y dotación (1).

Con frecuencia cuando se habla de Tenacimiento artístico, corrientes neoplatónicas y revalorización de la Angigüedad, se ponene mecánicamente los ojos en la Italia de los siglos XV y XVI.